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El Duque de Edimburgo: 70 años al servicio de la Reina

Cuando el 17 de julio de 1947 se anunció el compromiso matrimonial de Isabel, la joven Princesa Heredera del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte de 21 años, con el teniente Felipe Mountbatten, los británicos, no muy aficionados a la realeza continental, quedaron muy satisfechos con ese apellido tan británico. Nada más lejos de la realidad. 
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Felipe nació en la villa Mon Repos de la Familia Real griega, en la isla de Corfú, el 10 de junio de 1921. Era hijo del Príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, hijo menor del Rey Jorge I de Grecia, de la dinastía danesa de Schleswig-Holstein-Sondenburg-Glücksburg, y de su esposa la Gran Duquesa Olga de Rusia, tía del último Zar. 

La madre del Príncipe Felipe era la Princesa Alicia de Battenberg, hija del Príncipe Luis de Battenberg, miembro de una rama morganática de la Casa Gran Ducal de Hesse, y de la Princesa Victoria de Hesse y del Rhin, nieta de la Reina Victoria. Alicia era prima hermana por parte del padre, de la Reina Doña Victoria Eugenia y era hermana de Lord Louis Mountbatten de Birmania, héroe de la II Guerra Mundial y último Virrey de la India, que actuaría como padre adoptivo de Felipe. Alicia y Andrés de Grecia tuvieron cuatro hijas antes del nacimiento de Felipe: Margarita, Teodora, Cecilia y Sofía. El exilio de la Familia Real griega en los años 1920 significó desarraigo y estrecheces económicas para la familia. Instalados en Saint Cloud, Felipe estudió en el Colegio Americano de París. 

El Duque de Edimburgo joven

En 1930, tras sufrir una severa depresión, a Alicia le fue diagnosticada esquizofrenia paranoide e internada en un sanatorio en Suiza. Durante su larga convalecencia consolidó su distanciamiento con su marido, que tenía numerosas amantes, y que falleció en 1944. Todas sus hijas se casaron con príncipes alemanes entre 1930 y 1931. Margarita con el Príncipe Godofredo de Hohenlohe-Langenburg, Teodora con el Margrave Bertoldo de Baden, Cecilia con el Príncipe Heredero Jorge Donato de y Sofía con el Príncipe Cristóbal de Hesse-Cassel primero y con el Príncipe Jorge de Hannover después (hermano de la Reina Federica de Grecia).

En 1933, fue enviado al colegio privado “Schule Schloss Salem” en Alemania, donde tenía la ventaja de ahorrar en los gastos escolares porque era propiedad de la familia de su cuñado, Bertoldo de Baden. En ese mismo colegio estudiaría su sobrina la Reina Doña Sofía. Con el ascenso del nazismo en Alemania, el fundador judío de Salem, Kurt Hahn, huyó de la persecución y fundó “Gordonstoun School” en Escocia; tras dos años en Salem, Felipe se transfirió a esta escuela. Las opiniones de Hahn sobre la educación se centraron en la capacidad de comprender diferentes culturas, el liderazgo y la democracia. Hahn creía que una parte importante de la educación era desafiar a una persona y sacarla de sus áreas de familiaridad y comodidad, mejorando su capacidad para enfrentar situaciones difíciles. El Atlantic College de Gales, donde estudiará la Princesa de Asturias, fue fundado por Hahn y comparte su filosofía.

Después de terminar en Gordonstoun en 1939, Felipe se incorporó a la Royal Navy, graduándose al año siguiente en la prestigiosa Academia de Dartmouth, como el mejor cadete de su promoción.

Durante la II Guerra Mundial, sirvió en diversos buques como los HMS Ramilles, Kent, Empress of Russia, Wallace y Royal Arthur. Participando en numerosas acciones de guerra como la batalla de Creta, la invasión de Sicilia, la batalla de Cabo Matapán (Filipinas), y diversos servicios en el Pacífico, entre ellos el momento de la rendición de Japón. Recibió numerosas condecoraciones británicas y griegas al valor. 

Durante su periodo en Dartmouth, realizaron una visita a la Academia los entonces Reyes Jorge VI e Isabel con sus hijas Isabel y Margarita. Felipe, como pariente cercano de los Reyes, los acompañó en toda la visita. Desde ese día, la joven Princesa Heredera, de 13 años, quedó fascinada por su joven y bello primo y comenzaron a cartearse. 

Llegado el final de la Guerra, Isabel presionó a su padre para hacer público su noviazgo. Los Reyes pidieron un periodo de reflexión, ya que no estaban convencidos de la conveniencia de un novio apátrida y pobre. 

En 1947 fue anunciado oficialmente su compromiso matrimonial y el enlace se celebró el 20 de noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster, en presencia de representantes de numerosas Casas Reales, aunque no las hermanas de Felipe y otros familiares germánicos. Por parte española asistieron la Reina Doña Victoria Eugenia y los Condes de Barcelona.

De 1949 a 1951 el joven matrimonio vivió la etapa más feliz de su vida, residiendo en la villa Guardamangia en Malta, ya que Felipe fue destinado a la flota británica del Mediterráneo. Isabel vivió en casi privacidad, como esposa de un oficial de marina, cuidando de sus dos pequeños: Carlos, nacido el 14 de noviembre de 1948 y Ana, el 15 de agosto de 1950. 

Pero la frágil salud del Rey obligó a la pareja a regresar a Londres y Felipe a renunciar a su carrera naval en 1951.

En enero de 1952 iniciaron un viaje oficial por el Imperio que debía durar 6 meses. Pero en su primera etapa en Kenia, en el Sagana Lodge, en plena sabana, les llegó la noticia del fallecimiento del Rey el día 6 de febrero. Se manifestaba públicamente el enorme sentido del deber de la nueva Reina, al remontar su tristeza personal. La ayuda y consejo del Primer Ministro Sir Winston Churchill, fue fundamental en conducir los primeros pasos de su reinado.

La impresionante ceremonia de Coronación se celebró con esplendor el 2 de junio de 1953, reviviendo rituales creados hace 1000 años, incluido el más solemne de la unción, que convirtió a la Reina en verdadero sacerdote y Jefa de la Iglesia y la coronación con la Corona de San Eduardo. Por insistencia de Felipe, que estuvo al frente del comité organizador, la ceremonia fue televisada. Asistieron representantes de todo el mundo, incluidas las hermanas y cuñados de Felipe y su madre, vestida de religiosa.

En los primeros años de reinado, la influencia de Felipe se hizo sentir cada vez más. La modernización en la intendencia y administración de la Casa y Patrimonio Real, fueron iniciativa de Felipe, así como suprimir ciertas ceremonias consideradas anticuadas. Fracasó en su intento de dar a su descendencia un nuevo nombre dinástico: Mountbatten, y continuó siendo Casa de Windsor. Los nietos de la pareja en línea masculina que no fueran príncipes serían llamados Mountbatten-Windsor. Eso se concretaría en la descendencia de los dos últimos hijos de la pareja: Andrés, nacido el 19 de febrero de 1960 y Eduardo, el 10 de marzo de 1964. 

En 1957 Felipe fue nombrado Príncipe Consorte del Reino Unido.

A partir de ese momento la vida de Felipe se centró en el apoyo a la vida oficial de la Reina, al cuidado en la educación de sus hijos, a los viajes a lo ancho y largo de la Commonwealth y a las numerosísimas actividades filantrópicas, sociales y culturales de las más de 800 asociaciones que llegó a presidir o fundar y en los cerca de 23 mil actos oficiales en solitario que presidió desde ese momento. Entre lo más destacado, Felipe fue uno de los fundadores del World Wildlife Fund; también del Duke of Edinburgh’s Award, que premia a jóvenes de todo el mundo por sus acciones académicas y sociales, en la estela de Kurth Hahn. Inició una serie de compras de obras de arte contemporáneas para ampliar la colección real. Fue presidente de la Federación Ecuestre Internacional precediendo a su hija, de las fundaciones británicas del corazón y de la promoción industrial, así como canciller de numerosas universidades como la de Edimburgo. 

Amante de la pintura, los deportes, el medio ambiente, los caballos y la lectura, lo cierto es que siempre ha sido noticia por sus polémicas salidas de tono. Repasamos algunas de sus frases más controvertidas: A la reina Isabel, su mujer, después de su coronación: “¿Dónde has conseguido ese sombrero?”.Me gustaría mucho ir a Rusia, aunque esos bastardos asesinaron a la mitad de mi familia“ dijo uno años antes de visitar el país. A un estudiante británico que había estado en Nueva Guinea: “Entonces, te las arreglaste para no ser comido allí, ¿eh?”. 

Con respecto a su vida privada, su largo matrimonio con la Reina sufrió rumores y comentarios de infidelidad nunca probados, como durante un largo viaje oficial en solitario por la Commonwealth entre 1956 y 1957. La Reina siempre se ha mostrado como esposa enamorada y lo ha considerado como su punto de equilibrio, y públicamente le ha agradecido su apoyo incondicional en la vida pública y privada.

Las relaciones con sus hijos en la adolescencia no fueron nada fáciles, sobre todo con el Príncipe de Gales y el Príncipe Eduardo. En la edad adulta, los hijos han sabido apreciar las virtudes y carácter fuerte, abierto y moderno de su padre. La relación con todos sus nietos es excelente, según han declarado tanto los Príncipes Guillermo y Enrique, Beatriz y Eugenia, como Peter y Zara Phillips.

El rumor público creyó en la antipatía de Felipe por la sin par Princesa Diana. Unas cartas encontradas y publicadas a inicios de nuestro siglo y numerosos testimonios prueban lo contrario. Felipe reprochaba a su hijo la falta de apoyo privado y público de este a su mujer, en los momentos de desequilibrio emocional de esta, así como su relación con Camila Parker-Bowles. 

La crisis vivida por la Monarquía británica en los años 90 se vio superada con creces en los grandes acontecimientos del final de siglo XX y del presente siglo XXI con un apoyo masivo a los homenajes a Isabel, Felipe, su familia y la institución que representan. Sus Bodas de Oro, Diamantes y Platino en 1997, 2007 y 2017; los funerales de la Reina Madre en 2002; las extraordinarias celebraciones de los Jubileos de Oro y Diamantes en el Trono en 2003 y 2013; el enlace de Guillermo y Catalina, los Duques de Cambridge en 2011 y el nacimiento de los hijos de estos, sobre todo el del futuro Rey, Jorge en 2012.

Con respecto a nuestro país, Felipe siempre ha estado muy cercano a su sobrina la Reina Doña Sofía y a los hermanos de esta. El Rey Constantino II y su familia vivieron casi todo su exilio en Londres y eran tratados como miembros destacados de la familia, con continuas invitaciones mutuas a nivel público y privado. 

Nunca viajó a Grecia de manera oficial desde la abolición de la Monarquía, excepto para asistir a los funerales de la Reina Federica en 1981. La relación de Felipe con su primo el Rey Don Juan Carlos también ha sido siempre muy cercana y mucho más con Doña Sofía, que ha asistido a la mayoría de los eventos familiares más significativos de la Familia Real británica desde los años 60, incluidas numerosas vacaciones y cacerías en Sandringham y Balmoral, así como a los eventos relacionados con las hermanas alemanas de Felipe y sus descendientes. Felipe asistió a los funerales de la Reina Doña Victoria Eugenia en Lausana en 1968 y a la Misa de Coronación de Don Juan Carlos en 1975. En 1988 Isabel II y Felipe realizaron una exitosa visita a nuestro país y recorrieron las ciudades de Madrid, Sevilla y Barcelona, entre otras, y acabaron su estancia con un fin de semana en Mallorca con los Reyes de España.

El 2 de Agosto de 2017 el Príncipe Felipe se retiró de la vida pública. A partir de ese momento solamente acudió a eventos familiares. La última visita oficial a la que asistió fue la de sus sobrinos los Reyes de España, Don Felipe VI y Doña Letizia.

Sus últimos cuatro años de vida han sido protagonizados por la pandemia del COVID19 y su confinamiento en el Castillo de Windsor, varias estancias en hospitales y las bodas de sus nietos Enrique, Beatriz y Eugenia.

Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, nacido Príncipe de Grecia y Dinamarca, uno de los últimos miembros de la realeza “old school”, falleció el 9 de Abril de 2021 cuando le quedaban apenas dos meses para cumplir los 100 años.

“Es con gran pesar que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado marido, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo”. El amado compañero de vida de Isabel II la abandona por primera vez en su vida en común.

Descanse en paz.