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El Rey homenajea a los republicanos españoles liberadores de París

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« Paris, Paris outragé !, Paris brisé !, Paris martyrisé !, mais Paris libéré ! » Es el mensaje de triunfo dirigido a los franceses -y al mundo entero- por el General de Gaulle el 28 de agosto de 1944 desde el Hôtel de Ville de la capital francesa. Una vez más París se erigía en símbolo de la libertad. Volvía a poner de manifiesto que sobre los escombros del ultraje, la destrucción y el martirio, la Libertad se podía levantar y seguir guiando al pueblo. Fue el propio pueblo -recalca De Gaulle- quien, con el socorro de las armadas de Francia, se liberó a sí mismo.

Sin embargo lo que De Gaulle no remarca en su alocución -quizás no era el momento-, ni la República francesa se encargó de rescatar del olvido en estas décadas es la proveniencia de los primeros soldados que liberaron París de la ocupación nazi. La unidad encuadrada en la Segunda División Blindada de las fuerzas francesas libres, al mando del general Leclerc, que entra por la Porte de l’Italie la tarde del 24 de agosto de 1944 y no ceja hasta alcanzar el corazón de la ciudad lleva nombre español, La Nueve, y está integrada en su gran mayoría por republicanos españoles.

Fue esta avanzadilla la que, unida a los civiles que tomaron las calles de París cantando La Marsellesa, permitió la rendición de la guarnición alemana la tarde del 25 de agosto y posibilitó la entrada triunfal en la capital francesa de las tropas aliadas al día siguiente. Tras desfilar ante la Catedral de Notre Dame, las tropas españolas de La Nueve escoltaron al General De Gaulle por los Campos Elíseos, luciendo en sus estandartes los colores de la Segunda República.

Integrantes de "La Nueve", entrando en París aclamados por la multitud
Integrantes de “La Nueve”, entrando en París aclamados por la multitud

Setenta años después, en su primera Visita de Estado, el Rey Felipe VI junto a la Reina Letizia, rinden un histórico homenaje a estos españoles liberadores de París, en el Jardín del Ayuntamiento parisino, que llevará en adelante el nombre de La Nueve. Es la expresión cristalina de la España actual y moderna de la que los españoles han querido dotarse. Pasados los años, las heridas cicatrizan y España en su conjunto puede reconocer y admirar las acciones nobles de sus antepasados. Es también la definición meridiana de la Corona de España, de sus capacidades y de su misión. Los Reyes de hoy rinden homenaje a los republicanos que ayer llevaron a efecto un acto heroico en favor de la libertad. La Monarquía vuelve a ser instrumento de reconciliación nacional (recordemos el encuentro de 1977 de Don Juan Carlos y Doña Sofía con la viuda de Manuel Azaña, en México). Y así lo quiso recalcar la Alcaldesa de París, dirigiéndose a Don Felipe: “Usted es el rostro de la España joven y reconciliada que pasó la página de sus horas oscuras”.