El Rey ha destacado en su discurso que “el papel esencial que desempeña nuestra universidad no lo es solo, por supuesto, en materia de desarrollo económico, sino, también, en el avance general de la sociedad en todos los ámbitos”.

Para el monarca, la institución “debe buscar que los alumnos, más allá de la fundamental adquisición de destrezas y conocimientos, aprendan también a convivir como ciudadanos libres y responsables”.

En la ceremonia ha intervenido igualmente el rector de la UMU, José Orihuela, quien ha afirmado que “se necesitan estudiantes que entiendan que, además de un entablado con avatares, telepresencias, hologramas, vídeos presenciales y asesores cognitivos, su éxito dependerá de un cambio esforzado hacia la maestría y hacia el logro de cierta versatilidad adaptativa, con muchísima fuerza de voluntad para vencer las tentaciones de la fragmentación del tiempo”.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha adelantado que su departamento dedicará el próximo año un total de 1.416,5 millones de euros a becas, lo que representarán el 66 por ciento de su presupuesto. Tras citar al murciano Saavedra Fajardo, expresó su deseo de que “la universidad nos ayude a todos a saber vivir”.

El presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, ha destacado que la UMU nació por una aspiración popular, para añadir que el papel de esta institución es fundamental para el desarrollo de la Región.

El acto, que ha contado también con la presentación de las memorias de ambas universidades, a cargo de sus respectivos secretarios general Santiago Álvarez y María del Carmen Pastor, ha contado igualmente con la intervención de la Orquesta Universitaria.

La lección magistral ha estado este año a cargo del catedrático de Evolución Vegetal de la Universidad de Murcia José Carrión, quien ha introducido conceptos filosóficos, abundantes metáforas e incluso algunas escenas del libro de Tolkien “El Señor de los Anillos”. Para el profesor Carrión, “en la comunicación con lo diferente, en el rechazo inteligente a nuestro atavismo gremial, podría estar la clave para nuestra supervivencia después de la sexta extinción”.