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Es incuestionable que Iberoamérica forma parte del pasado y del presente de España. Pero también es indudable que España necesita de Iberoamérica para su futuro. La Corona y la clase política española de la Transición comprendieron pronto esta realidad; se dieron cuenta de algo que el Rey verbalizó en uno de sus primeros viajes a Iberoamérica: que los países iberoamericanos estaban comenzando a experimentar – con matices – una época de gran desarrollo a todos los niveles y se convertían en una zona con grandes posibilidades, lo que hacía que se configurasen como “el continente del futuro”. España era consciente de que podía contar con una posición aventajada en la zona con respecto a otras potencias occidentales. Pero era consciente al mismo tiempo de que la política que venía desarrollando de cara a Iberoamérica no era la adecuada, ya que durante muchas décadas se había instalado en la retórica y en un uso instrumental de la misma. Había que estructurar y edificar, en consecuencia, una política de nuevo cuño, moderna y atractiva. De esta manera, se empezó a definir y construir una polítca de Estado cuyas líneas generales guiaran la política iberoamericana de España por encima de los cambios de gobierno.

“España, por historia, por lengua, por cultura, por lazos materiales e intereses de todo tipo, siempre había privilegiado sus relaciones con los países iberoamericanos, haciendo de las mismas una de las dimensiones más ricas y claves de su política exterior. Con la democracia esas relaciones cobran un nuevo sentido, buscando eliminar la retórica y la imagen del pasado y avanzar por vías reales de cooperación” (Celestino del Arenal)

Una política de Estado que, con mínimas excepciones, se ha logrado mantener durante el periodo democrático, como pone de manifiesto Celestino del Arenal en diversas obras. La Corona tuvo un peso decisivo en su génesis, impulsándola y esforzándose en hacerla posible, así como en su trayectoria, garantizando su pervivencia.

Por todo ello, desde FIES hemos querido organizar unas Jornadas -que se celebrarán los próximos 6 y 8 de mayo en la Casa de América-, para tratar de ofrecer un análisis sobre la naturaleza de dicha política, su desarrollo en el tiempo y las diferentes dimensiones y aristas que la han ido conformando: diálogo político, relaciones diplomáticas y económicas, cooperación cultural e intelectual, interacción social, cooperación al desarrollo, etcétera. Dado el protagonismo que la Corona española ha tenido y tiene en el ámbito de las relaciones de España con Iberoamérica, dedicaremos una especial atención al papel jugado por esta institución en su configuración y desarrollo.

El objetivo que persigue este encuentro -cuyo programa se adjunta al final del artículo- es doble: por un lado, presentar una visión de conjunto de las relaciones de España con Iberoamérica construidas sobre la base del planteamiento, ya apuntado, de la política de Estado, contribuyendo así a su mejor conocimiento por parte de la comunidad universitaria y de la sociedad en general; y por otro lado, suscitar una reflexión y discusión acerca del futuro de estas relaciones en un contexto internacional en constante cambio y, por consiguiente, distinto a aquel en el que se concibieron y consolidaron.

La Fundación Institucional Española, creada en 1976 con el objetivo de acompañar a la sociedad española en el concimiento, comprensión y valoración del papel de la Institución Monárquica, ha contemplado con satisfacción la oportunidad de retomar, mediante estas Jornadas, sus actividades en el marco universitario. Es por ello que FIES quiere hacer pública su gratitud hacia la Universidad Complutense de Madrid por la amable colaboración con la que se ha sumado a esta inciativa.

De la misma manera, queremos mostrar nuestro agradecimiento a la Casa de América, enclave ideal para la celebración de esta actividad, por habernos brindado la mejor de las acogidas así como por la entusiasta ayuda que nos ha concedido.

ZORANN PETROVICI y ALMUDENA HERNÁNDEZ RUIGÓMEZ, Directores de las Jornadas

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