Fundación Princesa de Asturias: a la altura de los tiempos

Encuentro con destacados instagramers de Asturias con motivo del World Wide Instameet 2015

En los años ’70 y ’80 del siglo pasado la Corona tuvo que hacer un gran esfuerzo en darse a conocer a los españoles. Se enfrentaba a un lapso de más de 40 años sin la presencia de la institución monárquica en el país, cuatro décadas en que las referencias a la monarquía, escasas siempre, eran las más de las veces negativas. Con la llegada al Trono del rey Juan Carlos I, la Corona tenía que lograr que la sociedad española conociera cuáles eran los valores que la definían, los objetivos que se proponía, los rasgos, en definitiva, que caracterizaba a la institución que asumía la Jefatura del Estado en momentos tan delicados.

Hoy, tras cuatro décadas de Monarquía parlamentaria, el conocimiento de la institución por parte de los españoles es mucho mayor que en los inicios de esta nueva etapa de nuestra historia. Sin embargo, el reto que en este campo tiene ante sí la Corona en estos tiempos es el de lograr transmitir a la ciudadanía un mensaje tan claro como decisivo: que monarquía y progreso, monarquía y modernidad, monarquía y futuro no sólo no son incompatibles, sino que son plenamente sinónimos. Bastaría un vistazo a países del norte de Europa como Dinamarca, Suecia, Bélgica, Noruega… para convencernos de esta realidad: los países más avanzados y modernos en todos los órdenes son monarquías parlamentarias.

Sin título

Dejando para otra ocasión tema tan suculento, quiero dirigir la mirada a lo que se está haciendo en España en este sentido. A diferencia de otros ámbitos, creo que podemos ser optimistas en lo que respecta a este punto: hay avances importantes en la materia y se está caminando por el buen camino o, mejor dicho, por los buenos caminos, ya que las vías de respuesta a este reto son variadas. De entre todas ellas, me gustaría centrarme -dada la proximidad de los galardones que llevan el nombre de la Heredera de la Corona- en la Fundación Princesa de Asturias.

Nos encontramos ante una institución que ha comprendido a la perfección la necesidad de dar respuesta a este reto y ha sido capaz de trasladarlo al desarrollo de sus fines, a su proyecto, a su hoja de ruta, a su imagen. Sin lugar a dudas, los premiados representan lo mejor de la sociedad contemporánea en la defensa de los derechos humanos, en las reflexiones filosóficas y humanistas en sentido amplio, en los avances científicos y técnicos, en la configuración y mantenimiento de unos valores fundamentales del deporte…, contribuyendo así la Fundación a que estas personas e instituciones se conviertan en modelos para nuestra sociedad.

Pero la Fundación Princesa de Asturias ha ido mucho más allá y ha sabido estar a la altura de los tiempos, logrando conectar con la sociedad española actual, en especial con la más joven, consciente de la relevancia del hecho de que los jóvenes no se queden a la espera de poseer el futuro, sino que intervengan activamente y desarrollen sus capacidades en el presente. Sólo tenemos que acudir a su página web (www.fpa.es) para caer en la cuenta de que domina sin matices el lenguaje que le es propio. Una web dinámica, limpia, clara y ordenada nos permite acceder a una estructurada variedad de contenidos en todos los formatos.

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Pronto comprobamos que la Fundación no se ha quedado en la monótona actividad de galardonar a determinadas personalidades o entidades, sino que ha querido participar con determinación en el conocimiento de sus trayectorias, logros y méritos por parte de la sociedad. Y para ello ha desplegado una nada desdeñable labor de actualización constante, de búsqueda continua de las formas de expresión, socialización e intercambio del conocimiento más vanguardistas y difundidas de nuestro tiempo.

Con el fundamental añadido de que todo ello es trasladado a una intensa actividad en las principales redes sociales de nuestros días, en las que, siguiendo el ya clásico adagio, si no estás presente, no existes: Facebook con más de 13.000 seguidores, Twitter donde roza los 12.000 y más recientemente Instagram , cuyo número de seguidores aumenta a diario; a lo que hay que sumar un canal propio en Youtube.

La Fundación Princesa de Asturias ha sabido conectar, decíamos, con la sociedad de nuestro tiempo y a esta con la Monarquía. El éxito de este objetivo, al que sin duda deberemos contribuir quienes creemos en él, se debe en buena medida a que logra transmitir a la ciudadanía que la Corona está en perfecta sintonía con ella.