Por norma general, en cada ceremonia presentan sus credenciales varios embajadores. ¿Qué determina el orden en que acuden ante Su Majestad el Rey y qué implicaciones tiene este orden desde el punto de vista protocolario?
En cada ceremonia presentan cartas credenciales a Su Majestad el Rey entre seis y siete embajadores extranjeros. El orden de presentación viene dado por el del momento de llegada a España de los embajadores que es, a su vez, el que determina el de presentación de las Copias de Estilo, un documento similar a las credenciales, aunque sin firma, que se entrega con carácter previo a éstas en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Desde el punto de vista de protocolo, el orden de presentación de cartas credenciales tiene una importancia fundamental, pues es el que establece la precedencia entre los embajadores. Y eso, en adelante, marcará su orden en los actos oficiales. Esto se ve con claridad, por ejemplo, en la recepción que Su Majestad el Rey ofrece anualmente al Cuerpo Diplomático en el Palacio Real, siendo el Nuncio, como decano del Cuerpo Diplomático acreditado en España, la única excepción a esta regla.
El elemento central de la ceremonia son las propias cartas credenciales que, por su categoría, tienen un estilo propio y algunas son verdaderas joyas. ¿Cuál es la más antigua? ¿Destacaría alguna?
Dado que las primeras misiones diplomáticas con carácter permanente, tal y como las entendemos hoy, se empiezan a establecer en diversos Estados europeos durante el siglo XV, deducimos que las cartas credenciales más antiguas datarían de esa época. Dentro de las credenciales que en la actualidad se conservan en el Ministerio, resulta difícil destacar alguna en concreto. Quizá las de la Santa Sede, escritas en latín, o aquellas caligrafiadas en alfabetos distintos a los nuestros, como las de ciertos países asiáticos como Japón o Tailandia, o algunas escritas en árabe, destacan por su originalidad. En cualquier caso, teniendo en los firmantes y el destinatario -cartas de Jefes de Estado dirigidas a S.M. el Rey- y la importancia de su contenido, todas ellas son documentos en los que el estilo y las formas están especialmente cuidados.
En actos de esta categoría, el lenguaje protocolario es muy elocuente acerca de la estructura organizativa del país y de las funciones desempeñadas por cada institución. ¿Qué mensajes nos transmite esta ceremonia sobre el papel de la Corona en las relaciones internacionales de España?
En el caso de España, esta ceremonia es una aplicación clara de lo dispuesto por nuestra Constitución, que señala, cito textualmente, que “El Rey asume la más alta representación del Estado en las relaciones internacionales”. También la Constitución, en su artículo 63, establece expresamente que el Rey acredita a los embajadores y otros representantes diplomáticos, así como que “los representantes extranjeros en España están acreditados ante él”. A este mandato se da cumplimiento en la ceremonia de presentación de credenciales. Por otra parte, y por lo que a la figura del refrendo se refiere, en la ceremonia acompaña al Rey el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. El Ministro no solo está presente en la ceremonia de entrega propiamente dicha, sino también en la audiencia posterior en la que el Rey recibe a cada embajador.
Todo esto queda representado en el protocolo que se sigue durante la presentación de credenciales. Tras ser anunciado por la Introductora o el Introductor de Embajadores (cargo que debe su nombre precisamente a ese momento concreto), el embajador extranjero accede a la cámara oficial y se sitúa frente al Rey, al que presenta sus credenciales. El Rey las recoge y entrega al Ministro. Posteriormente, el embajador presenta a la delegación que le acompaña a Su Majestad el Rey y, a continuación, el Rey le invita a pasar al despacho en donde, acompañado por el Ministro de Asuntos Exteriores, tiene lugar la audiencia que antes mencionaba.
¿Qué importancia tienen estos actos en las relaciones entre dos países?
Esta ceremonia escenifica la existencia de relaciones diplomáticas entre dos países a través de la aceptación de un embajador por el Estado receptor, que es recibido por su Jefe de Estado. Por otra parte, un embajador extranjero no asume plenamente sus funciones en España hasta no haber presentado cartas credenciales a Su Majestad el Rey.
Por ello, por su importancia y su significado, esta ceremonia reviste tanta solemnidad. En el caso de España, además, nuestra ceremonia de presentación de cartas credenciales es una de las más antiguas vigentes en la actualidad. Sus orígenes datan de la época de Felipe II, aunque se van introduciendo sucesivas modificaciones durante los reinados de Felipe IV, Felipe V y Carlos III. El ceremonial que se consolida durante los reinados de estos monarcas es prácticamente idéntico al que conservamos hoy.
María Sebastián de Erice (Madrid, 1979), es Directora General de Protocolo, Cancillería y Órdenes del Ministerio de Asuntos Exteriores con funciones de Introductora de Embajadores. Ingresó en la Carrera Diplomática en 2007.
Desde octubre de 2018 era Segunda Introductora de Embajadores – Subdirectora General de Viajes y Visitas Oficiales, Ceremonial y Órdenes. Con anterioridad fue Directora de Relaciones Institucionales de la Oficina del Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, jefa de área de Viajes y Visitas Oficiales de la Unidad Introductor de Embajadores, y jefa de área y servicio en la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales.
En el exterior ha estado destinada como segunda jefatura en la Embajada de España en Andorra la Vella y en la Embajada de España en Puerto España.
Durante su carrera profesional ha sido condecorada con la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil, la Cruz de la Orden de Isabel la Católica y la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco. Es también Gran Oficial de la Orden al Mérito por servicios distinguidos del Perú.