Los Reyes escuchan a los niños de Barrios Orquestados

Fue en un barrio de Las Palmas de Gran Canaria, concretamente en El Batán, donde el pasado lunes 24 de abril Don Felipe y Doña Letizia recibieron de mano de los más de 200 niños y niñas de Barrios Orquestados el mayor y mejor regalo que podían entregar: su trabajo y su ilusión.

Desde primeras horas de la tarde, los profesores del proyecto afinaban cada instrumento con precisión, dejándolos con cariño en sus estuches para que en unas horas pudieran convertirse en los transmisores del esfuerzo realizado en las últimas semanas. Colocados en el suelo, cada violín, cada viola y cada violonchelo esperaban el momento en el que sus pequeños dueños los llevaran a vivir una de las experiencias más importantes en la corta vida de este proyecto social y cultural. Al fondo, los contrabajos, de pie, esperaban también ese instante.

Después de entrar todos los invitados al evento, y ocupar las sillas y las gradas del pabellón, se empezó a hacer el silencio poco a poco, interrumpido por movimiento de sillas o pequeños avisos de “¡ya están aquí!, ¡ya llegaron!”. Y es que cada vez que algunos de los miembros de seguridad entraba con paso ligero en la cancha, los sentidos se ponían alerta.

Y llegó el momento. Afuera, en la puerta principal, el creador y director del proyecto, José Brito, ejerció de anfitrión ante sus Majestades y no se separó de ellos para ofrecerles el calor de esos más de 200 pequeños músicos. El público asistente, empezó a levantar las cabezas, a estirar el cuello hasta que los vieron. Por fin estaban allí.

Don Felipe conversando con los niños del proyecto

Don Felipe y Doña Letizia aparecieron y todos pusieron cara a quienes durante mucho tiempo habían visto en fotografía o en televisión, y el pabellón arrancó en un caluroso aplauso de bienvenida. Sus Majestades saludaron a los profesores y miembros del proyecto y se desplazaron a los sitios que estaban reservados para ellos, recibiendo en todo instante el estímulo de los asistentes.

José Brito, director del proyecto, se dirigió a ellos agradeciéndoles enormemente el gesto de querer acercarse a conocer de primera mano este proyecto de intervención social que sienta sus bases en el altruismo y la generosidad. Y no sólo el agradecimiento fue por esto, sino porque la Corona siempre ha estado comprometida con la Cultura, en letras mayúsculas, y Barrios Orquestados es un proyecto que a través de la misma contagia la sonrisa y afina los corazones de todos los que se acercan al proyecto o reciben su influencia.

Cada pieza interpretada fue motivo de aplauso, e incluso de implicación, por parte de Sus Majestades y de todos los asistentes. Los niños y niñas de Barrios Encantados pusieron voz a la canción congolesa “Banahá”, voces que dieron paso a “Billie Jean”, de Michael Jackson, a la “Marcha Turca” de Beethoven y a “La Reina del Tamarugal”, con la que todo el proyecto lanzó su música y sus palmas al aire. No tardaron Don Felipe y Doña Letizia en sumarse a la fiesta, implicándose hasta la médula en vivir el momento.

La tarde tenía reservado el instante más mágico que se pudiera tener. Finalizadas las actuaciones, Sus Majestades recibieron de los niños del proyecto unas rosas de Ecuador, dos pequeños músicos de cuerda realizados artesanalmente con tenedores y, como regalo exclusivo del proyecto, dos pequeños polos serigrafiados con la imagen del mismo para las infantas. Don Felipe mostró este regalo a todos, en agradecimiento, lo que provocó un inmenso aplauso. Y tras esto, Sus Majestades dejaron constancia de su naturalidad y espontaneidad, haciendo piña con los niños y niñas de Barrios, preguntando mucho a cada uno de los pequeños músicos, recibiendo multitud de abrazos y besos, chocando las manos, contestando preguntas como “¿qué hiciste para ser reina?”, “¿tienen hijos?” y firmando incluso un pequeño programa a uno de los niños, que consiguió no sólo el autógrafo de Don Felipe y Doña Letizia, sino el de todos los políticos asistentes.

Doña Letizia en compañía de un grupo de niños de Barrios Orquestados

Desde su experiencia inicial en Tamaraceite, en la capital grancanaria, Barrios Orquestados se ha extendido en estos años a otros tres barrios de Las Palmas (Jinámar, Risco de San Nicolás y Cono Sur), uno de Agüimes (Cruce de Arinaga) y dos de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna (La Cuesta-Finca España y Ofra), rebasando ya los 350 alumnos en sus clases y no dejando de reclutar simpatías. El pasado lunes, Barrios Orquestados también obtuvo de la naturalidad de los Reyes de España, de su presencia e implicación en el proyecto, un estímulo más para seguir con esta aventura tan increíble: proporcionar desde la música el desarrollo integral de unos niños que siempre recordarán que un día, los Reyes, vinieron a escucharlos.

Sobre el autor

Ramón García Déniz es el miembro del Gabinete de Protocolo, Comunicación, Relaciones Públicas y Fundraising de Barrios Orquestados. Comenzó sus estudios musicales a los nueve años con Juan Falcón Santana en la Banda Municipal de Arucas, en la que comienza a tocar el clarinete y, luego, el oboe. Tras cursar la licenciatura de Ciencias Físicas en la UNED, comenzó a trabajar en el Instituto Tecnológico de Canarias, lo que no impidió que siguiera interpretando el oboe y participando como músico en múltiples colectivos y orquestas. Desde los inicios de Barrios Orquestados, forma parte del proyecto como colaborador en tareas de difusión y relaciones públicas.