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Alfonso XIII en Las Hurdes: cien años de viaje emblemático

Este año se conmemora el primer centenario de la visita que el rey Alfonso XIII realizó a las Hurdes, una comarca largamente olvidada, rodeada de una leyenda negra que se fue forjando a lo largo de los siglos.
Alfonso XIII con niños hurdanos. Fuente: Archivo de la Fundación Ortega-Marañón
Alfonso XIII con niños hurdanos. Fuente: Archivo de la Fundación Ortega-Marañón

El mejor testimonio del viaje regio nos lo dejó Campúa (José Demaría Vázquez), el único reportero gráfico que cubrió el viaje gracias a un sorteo que ganó entre los reporteros gráficos. Sus fotos se publicaron en revistas como Mundo Gráfico, Nuevo Mundo o La Esfera y se convirtieron en un revulsivo en la conciencia de los españoles al contemplar la enorme pobreza que se vivía en aquella región olvidada. Las fotos, además, nos ofrecen la imagen de un rey cercano, solidario, preocupado y, al mismo tiempo, satisfecho de haber conocido una dura realidad a la que está dispuesto a buscarle solución.

Alfonso XIII, que fue rey desde su nacimiento (Alfonso XII murió cuando su esposa, María Cristina de Habsburgo estaba embarazada de dos meses) accedió al trono en 1902 al cumplir los 16 años, coincidiendo con un periodo de máxima decadencia tras la derrota en Cuba y Filipinas. La conflictividad social y el problema de Marruecos, serían dos de los grandes problemas a los que su reinado tendría que enfrentarse. España, por el Tratado con Francia de 1912, como consecuencia del Acta de Algeciras (1906) había asumido el protectorado de la parte norte de Marruecos, la más inhóspita y la habitada por las tribus más rebeldes. En sus límites estaban las posesiones de Melilla y Ceuta, españolas desde finales del siglo XV.

Alfonso XIII, siguiendo la política de su padre, inició una gran actividad viajera con el fin de reforzar la institución monárquica y acercarse de un modo directo a la realidad nacional, al escuchar del pueblo sus demandas. Es así como llegaría a visitar todas las provincias de España y varios países Europeos.

Sería en Salamanca, en su primera visita en 1904, para inaugurar el curso universitario, de cuya Universidad era rector Miguel de Unamuno, cuando reciba a una comisión de hurdanos que le hacen llegar sus problemas. Tardará 18 años en visitarlo debido, entre otras razones, a los constantes cambios de gobierno, característica de su reinado. Hasta treinta, desde 1902 hasta la visita en 1922. Gobiernos que fueron presididos por 16 presidentes, ya que varios repitieron.

El viaje a las Hurdes coincidió con un momento especialmente delicado. Once meses antes, julio de 1921, el Desastre de Annual, con el desmoronamiento de la Comandancia General de Melilla y el suicidio, en dicha posesión, del general Silvestre, jefe de la misma, se había llevado por delante el Gobierno de Allendesalazar, agosto de 1921 y el de Antonio Maura, marzo de 1922. Y lo más grave:  aún quedaban cerca de 500 cautivos en manos del líder rifeño Abd-el-Krim, en un cautiverio que duraría 18 meses. Sería otro Gobierno, el de García Prieto, quien en enero de 1923 logre su liberación, tras el pago de cuatro millones de pesetas.

El viaje

La salida de Palacio tuvo lugar un martes 20 de junio en un viaje que duraría 5 días. El viaje estuvo marcado por una gran austeridad, con órdenes dadas ya por el Rey desde Palacio: “que el vino que se llevase fuese corriente”. Para los gastos de viaje se libró la cantidad de 4.000 pts.; destinada a la compra de pan, huevos, frutas, carne, etc., de acuerdo con una relación detallada de gastos que se justificó debidamente, con un sobrante de 773 pts, según consta en el Archivo General de Palacio.

En el periplo a Las Hurdes, entre otros, el Rey se hizo acompañar del duque de Miranda, Mayordomo del Rey, del ministro de la Gobernación, Piniés, de los doctores Marañón y Varela, encontrándose en la Comarca con el obispo de Coria, Pedro Segura, el ingeniero de Montes, Pérez Argemí y los diputados a Cortes por Hoyos y Sequeros: el conde de la Romilla y Eloy Bullón, respectivamente.

Alfonso XIII en las callejuelas de una alquería. Fuente: Archivo de la Fundación Ortega-Marañón
Alfonso XIII en las callejuelas de una alquería, entre chozas de pizarra. Fuente: Archivo de la Fundación Ortega-Marañón

Como resultado de ese viaje, a los pocos días, el 18 de julio, se creaba el Real Patronato de las Hurdes, bajo la presidencia de S.M. el Rey, dependiente del ministerio de la Gobernación, auxiliado por una Junta de Consiliarios en la que figuraban personalidades vinculadas a la Comarca (la mayoría de los acompañantes arriba reseñados). Entre sus fines estaban: estimular la acción de la Administración pública sobre las Hurdes, la divulgación del conocimiento de las Hurdes por toda España o su actuación como organismo consultivo en todo lo referente a la comarca.

Se crearon tres factorías: la de “Alfonso XIII”, en las Mestas; la “Factoría del Jordán”, en Nuñomoral y la “Factoría de los Ángeles”, en Caminomorisco. En cada una de ellas había un médico, con botiquín y practicante; una escuela y un puesto de la guardia civil.

Al objeto de comprobar las actuaciones llevadas a cabo por el Real Patronato, Alfonso XIII hizo otra visita a las Hurdes el 17 y 18 de mayo de 1930. En esta ocasión iba acompañado, de nuevo,  por el duque de Miranda; el cardenal primado Pedro Segura; el director general de Sanidad, Enrique Nardiz y los consiliarios del Real Patronato. El trayecto, en esta ocasión, se pudo hacer en coche visitando, entre otros,  Lagunilla, Las Mestas, Rio Malo de Abajo, Nuñomoral, Vegas de Coria, Caminomorisco y Cambroncino.

El compromiso de la Casa Real con la comarca de las Hurdes se pone de manifiesto en los sucesivos viajes que con posterioridad hicieron los descendientes de Alfonso XIII. Así, en 1978 la visitó Don Juan de Borbón. El rey Juan Carlos I, acompañado de la reina Doña Sofía, la visitaría el 14 y 15 de abril de 1998. Por último, el 12 de mayo de este año, era visitada por el rey Felipe VI, acompañado de la reina Doña Letizia, viaje que sirvió para dar visibilidad a la normalidad de una Comarca con un potencial turístico de enorme valor.

Sobre el autor

Carlos Sánchez Tárrago (Melilla, 1950). Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Alicante. Es autor de Los viajes del rey Alfonso XIII a las Hurdes, 1922 y 1930 (Ediciones 19, 2022). La mayor parte de su labor profesional la ha desarrollado en el continente africano: Sahara español, Tánger (Instituto Español y Consulado), Rabat (Consejería de Educación) y Nouadhibou (Mauritania) , ejerciendo funciones de Cónsul. Está en posesión de la Cruz del Mérito Aeronáutico y la distinción Melvin Jones de Rotary International por su labor humanitaria en Mauritania.