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La Casa Real, Matrícula de Honor en transparencia

El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) ha otorgado la máxima puntuación a la Casa de Su Majestad el Rey en su informe de 2022, publicado por el organismo este 31 de marzo. Esto significa que la Casa Real ha cumplido al 100% las obligaciones de transparencia que le marca el Consejo, situándose así a la cabeza de las instituciones que evalúa este organismo público e independiente. Junto a la Casa del Rey, también han obtenido un 10 el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.
Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía. Fotografía de Estela de Castro © Casa de S.M. el Rey
Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía. Fotografía de Estela de Castro © Casa de S.M. el Rey

“Este CTBG no puede menos que valorar muy positivamente la evolución del cumplimiento de las obligaciones de publicidad activa por parte de la Casa Real”: así de contundente lo expresaba el informe. Además de mantener un nivel óptimo en aspectos como la calidad de la información que presenta en su página web, la Casa del Rey ha aplicado todas las recomendaciones que le ha hecho llegar el Consejo de Transparencia. Entre ellas, mantener actualizados los datos presupuestarios y de contratación y publicar las retribuciones de los máximos responsables, así como las indemnizaciones que reciben los altos cargos al cesar en sus funciones.

Una web clara y bien estructurada

Efectivamente, la página web de la Casa Real presenta un apartado específico sobre transparencia, situado simbólicamente en el centro del menú principal de navegación, como clave de bóveda de toda la estructura de la institución. En él podemos encontrar información detallada sobre la organización y planificación de la institución, la normativa que rige la actividad de la Casa de S. M. (código de conducta, normativa sobre regalos a la Familia Real y Convenios suscritos con la Administración General del Estado…), así como información relativa a contratos y convenios en vigor, presupuestos anuales y ejercicios anteriores.

Todo ello presentado y explicado de forma clara y accesible, para que cualquier ciudadano pueda conocer el sueldo de los Reyes o de los altos cargos de la Casa, el dinero que se destina a pagar al personal que trabaja en su seno, los gastos en bienes y servicios, o los regalos institucionales que recibe la Familia Real. En atención a la normativa establecida por Su Majestad el Rey en 2015, en la página web consta una relación minuciosa de todos los regalos recibidos, señalando el destinatario, la fecha, el regalo en sí, el acto u ocasión en cuyo contexto se hizo y la entidad o persona que lo entregó. Así podemos ver que la Familia Real recibió a menudo libros, objetos conmemorativos u objetos de artesanía.

Igualmente, podemos conocer de forma gráfica y clara lo que hicieron los miembros de la Familia Real a lo largo de todo un año: cuántas actividades realizaron tanto en España como fuera, en qué ámbitos y comunidades autónomas, cuántas audiencias celebraron, a cuántas personas recibieron, o con qué líderes extranjeros tuvieron contacto. Bajo el epígrafe “60 días de actividad bajo el confinamiento”, la memoria de 2020 dedica un apartado especial a la agenda real durante las semanas en que todo el país debió permanecer encerrado a causa de la pandemia.

La transparencia: un empeño del Rey

Este alto grado de transparencia que le ha reconocido el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno es el resultado de un empeño sostenido a lo largo del reinado de Don Felipe y que encuentra su razón de ser en el convencimiento del Rey -manifestado a la nación en el acto solemne de proclamación- de que la Corona debe buscarse el aprecio, el respeto y la confianza de la sociedad. Y para ello debe “velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones.”

A la luz de estas convicciones, Don Felipe fue implementando una serie de medidas, el grueso de las cuales se adoptó al inicio de su reinado. Entre ellas, destaca la regulación explícita de las actividades de los miembros de la Familia Real y de la Familia del Rey; la regulación de los regalos, que no pueden superar los de mera cortesía; un código de conducta e incompatibilidades que se aplica a los miembros de la Casa del Rey; y, en el ámbito económico, el sometimiento voluntario de las cuentas a una auditoría externa, a cargo de la Intervención General del Estado, y su publicación anual, acompañada de una memoria de actividades.

Recientemente se han dado otros dos pasos dados importantes en este sentido. En primer lugar, la publicación, el 25 de abril de este año, del patrimonio de Don Felipe. En un comunicado, la Casa de Su Majestad el Rey ha señalado que dicho patrimonio asciende a 2.573.392,80 euros. Este dinero procede, en su mayoría, de las retribuciones percibidas por Don Felipe desde 1998, como Príncipe de Asturias y, posteriormente, como Rey de España; pero también de la posesión de objetos de arte, antigüedades y joyas de carácter personal.

El comunicado de la Casa Real insiste en que esta decisión personal del Rey se inscribe en su determinación de atender la demanda de regeneración pública que “está muy presente en los millones de personas que afrontan su trabajo cotidiano con esfuerzo y honradez, con vitalidad y generosidad; personas que, a diario, cumplen con sus obligaciones, ponen de manifiesto sus valores cívicos y así construyen y definen el futuro de nuestro país.” Una demanda ciudadana que “inspira y está presente en los mensajes y en las medidas que ha ido adoptando Su Majestad el Rey para dar cumplimiento a su compromiso de renovar la Monarquía para un tiempo nuevo.”

En segundo lugar, al día siguiente, el Consejo de Ministros aprobó un decreto consensuado con la Casa del Rey, que reforma su estructura y funcionamiento para facilitar aún más la aplicación práctica de aquellos principios y objetivos de transparencia y honestidad declarados por Don Felipe. Entre las novedades más importantes está la posibilidad de que el Tribunal de Cuentas “pueda controlar en qué se gasta el Presupuesto de la Casa del Rey”, según señala el periódico El País. Además, “los altos cargos de la Casa del Rey deberán publicar anualmente su declaración de bienes, tanto en el nombramiento como en el cese, como ocurre con los demás altos cargos de la administración”, en palabras el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.

De nuevo, la Corona se somete voluntariamente a la fiscalización de su actividad económica por parte de las autoridades públicas, toda vez que la Constitución la exime de rendir cuentas: en su artículo 65, la Carta Magna establece que el Rey tiene libertad para “organizar su Casa, así como para gestionar y aplicar la asignación económica que recibe anualmente”.

Artículo actualizado el 26 de abril de 2022