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Martín Molina, coordinador del VIII Centenario de Alfonso X: “El rey Sabio fue un adelantado a su tiempo”

Toledo está haciendo honor a su condición de lugar de nacimiento de Alfonso X el Sabio, desplegando un completo programa de actividades culturales y educativas para celebrar el VIII Centenario del monarca castellano. Entrevistamos a Martín Molina, quien ha asumido la responsabilidad de coordinar esa rica programación, en la que se ha implicado a diferentes instituciones, entidades, colectivos y personalidades.
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El Ayuntamiento de Toledo, en colaboración con otras muchas entidades -públicas y privadas- ha organizado un completo programa de actividades en torno al VIII centenario del nacimiento de Alfonso X el Sabio, entre las que destaca la exposición “Alfonso X el Sabio: el legado de un rey precursor”. ¿Por qué conmemorar a este monarca medieval?

Alfonso X es una figura que desde hace mucho tiempo acompaña a los españoles desde su mismísima infancia. Todos recordamos haberlo estudiado en el colegio, sea por su gran obra de las Cantigas o por las traducciones que impulsó. Más adelante, al hacernos mayores, volvemos a encontrarnos con él en la mayor parte de nuestras carreras, desde el Derecho hasta la Medicina o la Historia, sin olvidar que también le debemos buena parte del español que empleamos en el día a día. Por todos esos motivos siempre es necesario recordarle. Y más aún desde Toledo, que es la ciudad en la que nació y que lleva expresando su admiración por él desde al menos el siglo XVIII.

¿Cuáles han sido las líneas directrices de este proyecto que usted ha coordinado?

La principal actividad ha sido la exposición celebrada en el Museo de Santa Cruz, formada por alrededor de 170 piezas procedentes de medio centenar de prestadores. Comenzó a mediados de marzo y permanecerá hasta el próximo 19 de junio, así que invito desde aquí a visitarla a quienes todavía no lo hayan hecho. Pero las actividades organizadas por el VIII Centenario comenzaron mucho antes. En octubre del año pasado, por ejemplo, Toledo acogió el Campeonato de España de Ajedrez. Ese mismo mes restauramos dos monumentos de la ciudad: una placa dedicada en 1921 por la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas y un grupo escultórico que realizó el escultor Francisco Toledo en la década de los setenta. Hemos organizado varios ciclos de conferencias con expertos de prestigio internacional y colaborado con diversas instituciones, desde Acción Cultural Española hasta la Federación Española de Municipios y Provincias. 

¿Qué importancia tiene esta conmemoración para Toledo?

Para nosotros, el VIII Centenario de Alfonso X es un punto de inflexión. No podemos olvidar que acabamos de dejar atrás —ojalá sea así— una dura pandemia, debido a la cual se han resentido nuestros dos grandes motores: la cultura y el turismo. Gracias a la exposición, a las conferencias y al resto de actividades hemos vuelto a recordar el interés que cultura y turismo han tenido siempre para los toledanos. Pero también para quienes nos visitan. Interés que pronto continuará con nuestro siguiente gran centenario: el de la construcción de la Catedral (1226-2026).

Han pasado ocho siglos, pero ¿podríamos aprender todavía de la figura de Alfonso X?

Por supuesto que sí. Le recuerdo que el título de la exposición es “Alfonso X: el legado de un rey precursor”. El rey Sabio fue un adelantado a su tiempo en muchos sentidos. Desde un punto de vista político, legislativo, científico… Cultivó el conocimiento por el conocimiento, pero al mismo tiempo fue un gran pragmático en tiempos no precisamente fáciles (dura inflación económica, presión militar de los benimerines procedentes del norte de África, crisis sucesoria a partir de 1275…).

En la exposición se presenta a Alfonso X como precursor del Estado moderno que construirían siglos después sus sucesores. ¿También puede tener esa consideración a nivel europeo? ¿Fueron conocidas sus ideas y obras en Europa? ¿Tuvieron alguna influencia en los procesos de construcción de los estados modernos en otros países?

Desgraciadamente, las medidas planteadas por Alfonso X, especialmente en el terreno legislativo -donde la conexión con Europa es evidente, si nos referimos a la reivindicación del Derecho romano, que él propugnaba-, todavía tardarían un tiempo en hacerse realidad. Creo que su principal aportación en Europa no fue política, sino científica. Las Tablas Alfonsíes, que se mantuvieron vigentes hasta el siglo XVI –repercutiendo, hasta la llegada de Kepler, en figuras tan destacadas como Copérnico–, son la base sobre la que se apoya la Astronomía europea.

¿Podemos considerar, en esta línea, que su habilidad por vincular el arte y la cultura con la política fue un precedente de lo que, cuatro siglos más tarde, será llevado a su máxima expresión con figuras como la de Luis XIV?

Yo matizaría y diría no solamente “el arte”, sino “la representación del rey en el arte”. Dentro de ese pragmatismo al que antes me refería —si me admite la utilización de una palabra moderna—, Alfonso X fue un gran conocedor de la importancia de la propaganda. Y son numerosísimas sus representaciones: miniaturas de las Cantigas y otras imágenes en los textos de su scriptorium, vidrieras, esculturas… Eso por no hablar de lo mucho que ha desaparecido con el tiempo. Igual que Luis XIV de Francia, a pesar de los siglos transcurridos entre ambos y de sus distintas circunstancias, Alfonso X de Castilla fue consciente de la importancia de manifestar y subrayar la expresión del poder del rey. Y hacer eso en el siglo XIII —insisto— hace de nuestro monarca “un rey precursor”. 

Martín Molina, coordinador del VIII Centenario Alfonso X el Sabio en Toledo
Martín Molina saluda a S. M. el Rey

Martín Molina (Toledo, 1952) es el Coordinador del VIII Centenario Alfonso X el Sabio. Es licenciado en Geografía e Historia y posee títulos de Derecho y Márketing, además de estudios en Sociología y Ciencias Políticas.

Ha trabajado en el sector financiero desde 1970 hasta 2011, en diversas entidades; fue concejal del Ayuntamiento de Toledo en la primera Corporación del actual periodo democrático (1979-1983) y, aparte del Centenario, colabora con el Consistorio como coordinador de la Ponencia Técnica del Consejo del Pacto de la Ciudad de Toledo por el Tajo.

Ha sido distinguido con la Cruz de la Orden Civil por su compromiso con la cultura y la recuperación del legado del rey castellano.