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Martínez-Fornés: “Los Reyes reinventaron inmediatamente la forma de desempeñar su oficio”

El mundo entero está viviendo con enorme perplejidad una crisis sanitaria que ha alterado sustancialmente todos los ámbitos de la actividad humana, incluyendo nuestra vida cotidiana, y amenaza con modificar nuestros hábitos y nuestra forma de vida. Hemos querido saber cómo están afrontando Sus Majestades los Reyes esta situación, de qué manera han adaptado a ella su actividad, en definitiva, cómo están desempeñando su labor en estas circunstancias excepcionales. Para ello, hemos acudido a una de las personas que mejor conoce el trabajo de la Familia Real, por seguirlo muy de cerca desde hace años, en su calidad de corresponsal de ABC para la Casa Real. Agradecemos pues a Almudena Martínez-Fornés su atenta amabilidad y el tiempo que nos ha dedicado contestando a nuestras preguntas.
Reyes 112

La alteración que ha causado la pandemia por el Covid19 en nuestras vidas y, en especial, en nuestra actividad profesional ha alcanzado también a los Reyes. Usted está llevando a cabo, para ABC, una intensa cobertura de su actividad. ¿Cómo está siendo el trabajo de Sus Majestades estas semanas? 

El trabajo de los Reyes ha cambiado en la forma y en el fondo. Por un lado, los Reyes han tenido que reinventar su forma de trabajar para adaptarla a la situación provocada por la epidemia. Las salidas del Palacio de La Zarzuela han quedado restringidas al mínimo, y los actos, las audiencias y los viajes han tenido que ser sustituidos por llamadas telefónicas y videoconferencias. 

Y, por otro lado, desde que estalló la pandemia, toda la actividad de los Reyes está relacionada con la crisis sanitaria, ya sea para conocer su evolución, el impacto que está teniendo en los distintos sectores o las medidas adoptadas para afrontar la propagación y sus consecuencias.

¿Está logrando el Rey desempeñar adecuadamente sus funciones, en especial en lo que tiene que ver con la moderación del funcionamiento de las instituciones, la representación en el exterior y el ejercicio de su labor vertebradora, inspiradora y alentadora de la sociedad?

A pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia, el Rey está desempeñando la mayor parte de sus funciones con normalidad, aunque algunas, como la acreditación de embajadores extranjeros, puede que tengan que ser aplazadas. 

Lo cierto es que 48 horas después de que se declarara el estado de alarma, el Rey dirigió un Mensaje a la Nación por televisión en el que pedía unidad pero también energía para combatir la pandemia. Además, transmitió un mensaje de ánimo y esperanza. Después, ha tenido cinco intervenciones más en público con mensajes puntuales de reconocimiento a los profesionales que luchan en primera línea, de reconocimiento a los logros alcanzados juntos y de homenaje a los miles de fallecidos que, además, no han podido ser despedidos por sus seres queridos. 

A estas intervenciones públicas hay que sumar las más de cien conversaciones que ha mantenido, junto a la Reina, con los distintos sectores de la sociedad, en las que ha ido conociendo el reguero de dolor, soledad, ruina y muerte que ha ido dejando el Covid a su paso. 

Don Felipe y Doña Letizia en el transcurso de la videoconferencia con Banco de Alimentos

Durante el estado de alarma, el Rey ha seguido en contacto permanente con el presidente del Gobierno y, además, la mayoría de los ministros relacionados con la pandemia o sus efectos han acudido a despachar con él. 

En cuanto a la representación exterior, Don Felipe ha mantenido contactos telefónicos con una docena de jefes de Estado extranjeros y con organismos internacionales, como ONU, OMS y OMT.

Pero los Reyes han ido más allá de lo que son las funciones habituales de un jefe de Estado. De hecho, Don Felipe ha llegado a hacer gestiones internacionales para conseguir material sanitario en un momento de desabastecimiento mundial. Y en España tanto él como Doña Letizia se han convertido en el paño de lágrimas de colectivos duramente azotados por la crisis sanitaria. 

Hay un hecho muy llamativo: aunque los Reyes han tenido mucha actividad durante el confinamiento, incluidos sábados, domingos y festivos, la mayoría de los medios de comunicación no la han publicado, por lo que algunos sectores de la sociedad no tienen conocimiento de ello y creen que la Corona ha estado poco presente durante la pandemia.

¿Ha tenido ocasión de hablar con alguna de las numerosas personas o entidades con las que despachan los Reyes estas semanas, para conocer sus impresiones y su valoración sobre esta labor? 

Sí. Algunos de ellos han destacado el afecto y el interés con el que les han escuchado los Reyes, pero también han observado que, tras la conversación con ellos, los medios de comunicación han empezado a hablar de sus problemas. Digamos que los Reyes han puesto el foco en muchos colectivos cuya situación estaba pasando inadvertida. Han hecho visibles sus problemas. 

Mapa con los hospitales que han contactado los Reyes durante la crisis sanitaria

Usted tiene una larga trayectoria como corresponsal de ABC en la Casa Real. ¿Cómo ha cambiado el trabajo de los periodistas que cubren habitualmente la información de la Casa del Rey? 

Nuestra forma de trabajar ha cambiado de forma radical. El último acto de los Reyes que pudimos cubrir presencialmente en Madrid fue la audiencia a los ganadores del concurso “¿Qué es un Rey para ti?”, organizado por FIES, y ya entonces tuvimos que utilizar gel desinfectante para acceder al Palacio de El Pardo. Desde entonces, la Casa del Rey nos envía la información, vídeos y fotografías de las distintas actividades de los Reyes, y con ese material, y lo que cada uno pueda sumar por sus fuentes propias, tenemos que elaborar las informaciones. Para un periodista es frustrante no acudir al lugar de los hechos, no poder observar la escena plenamente ni hablar con los testigos o protagonistas. Ahora es como si miráramos lo que hacen los Reyes por el agujero de la cerradura; solo vemos un ángulo de la habitación. 

¿Nos puede dar algún dato sobre cómo está preparando la Casa Real su adaptación a la recuperación progresiva de la normalidad?

La Monarquía lleva muchos siglos adaptándose a las nuevas circunstancias, creo que es su forma permanente de actuar. En la Casa del Rey, en concreto, se suelen estudiar los posibles escenarios con mucha antelación. Además, Don Felipe es previsor. Por ello, cuando se declaró el estado de alarma y la población quedó confinada, los Reyes abrieron la ventana de internet y reinventaron inmediatamente la forma de desempeñar su oficio. En ese momento no sólo se diseñó el plan de trabajo durante el confinamiento, sino también en las fases posteriores a partir de los escenarios más probables.

Lógicamente, en los próximos meses los actos de los Reyes no serán exactamente igual que antes de la pandemia, sino que se irán adaptando a las medidas de cada momento. Ahora estamos en una fase con escasas salidas de Palacio, pocos interlocutores, sin invitados, sin público, sin protocolo y sin prensa. Los Reyes acuden con guantes y mascarillas, saludan verbalmente, sin estrechar la mano, y mantienen distancia de seguridad con sus interlocutores. A medida que la situación lo permita, se irán recuperando progresivamente las presencias habituales, primero con un número reducido que permita mantener las distancias, y después con un número mayor.

Dependiendo de lo que dure la epidemia, y de las posibles olas, habrá que ir adaptando la agenda de la Familia Real y los actos institucionales a las circunstancias. Salvo que se descubra un tratamiento eficaz o una vacuna contra el Covid-19, se replantearán los formatos de la entrega de cartas credenciales de los embajadores extranjeros, la apertura de los cursos académico y escolar, las entregas de premios y despachos, las visitas de Estado al exterior y las de mandatarios extranjeros a España e, incluso, la Fiesta Nacional, entre otros muchos actos. 

Almudena Martínez-Fornés, corresponsal de ABC en la Casa Real