Majestad, Presidente y miembros de FIES, miembros de Orange, alumnos, padres y profesores premiados, todos los aquí presentes.

Cuando Victoria Revilla me encomendó la tarea de hablar en nombre de los profesores, aquí presentes, me pareció una tarea fácil, pero la cosa se complicó terriblemente cuando me encontré, hablándole de tú a tú a un folio en blanco. No se me ocurría nada para escribir pero pensaba en las miles de anécdotas que se habían vivido en mi instituto, el IES Bárbara de Braganza de Badajoz, en torno al concurso.

Desde que lo descubrimos, hace ya cinco años, lo hemos enmarcado dentro del proyecto de centro que es dar a conocer a Bárbara de Braganza, reina de origen portugués consorte del tercer Borbón que reinó en España: Fernando VI. Cada curso, para los alumnos nuevos de 1º ESO, la pregunta es la misma: ¿Qué harías tú si fueras rey? Para terminar con ¿Qué es un rey para ti?

Señor, la primera idea que tienen nuestros alumnos sobre qué es ser rey, se acerca más a Felipe V y Fernando VI que a Vuestra Majestad. Y la imagen que nos viene a la cabeza en estas primeras clases es la de la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas: ¡Que le corten la cabeza a todo aquel que contradiga al rey! Menos mal que pasado este primer trance, prima la reflexión y el sentido común, que siempre se obtiene haciendo una investigación seria y creando una opinión propia.

Permítanme que les cuente solo una anécdota. Sabemos que la pandemia ha supuesto un antes y un después. Para nosotros, en lo referente al concurso, también. Soy profesora de Religión y estábamos en clase viendo pequeños fragmentos del Homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia porque la música era el Réquiem por Bárbara de Braganza, nuestra Bárbara, de José de Nebra, y en ese momento hubo un punto de inflexión: vimos el cariño que había entre un padre y una hija por encima del protocolo. La Princesa de Asturias le dijo al Rey que tenía que ponerse la mascarilla. 

Los profesores aquí presentes pueden dar fe de que los alumnos aprenden, muchas veces, a pesar de nuestras explicaciones. Este fue el caso: explicando qué es un réquiem, los alumnos descubrieron a Doña Leonor y que era Princesa de Asturias porque sería la próxima reina. Desde entonces, siento decíroslo, Señor, pero Vuestra Majestad ya no es el protagonista absoluto de nuestras investigaciones y nuestros trabajos.

Como han podido comprobar, hablar en nombre de todos los profesores aquí presentes es complicado; todos tenemos nuestras batallitas, nuestras anécdotas (confesables o no) y tendemos a personalizar nuestras experiencias. Sin embargo, todos estamos muy orgullosos de que nuestros alumnos estén aquí. Como decía el extremeño José de Espronceda: Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.

Majestad, poned el nombre de Doña Leonor y a los profesores aquí presentes, les pido que pongan el nombre de sus alumnos en el poema de Espronceda; yo con su permiso voy a poner el de Amelia, la ganadora por Extremadura de la 41ª edición del concurso.

Navega Amelia mía sin temor…

¡Muchas gracias!